Donald Trump ha anunciado su incursión en el sector de las telecomunicaciones con el lanzamiento de Trump Mobile, un nuevo operador móvil, y el Trump Mobile T1, un teléfono Android fabricado en EE.UU. Esta iniciativa marca una expansión del negocio familiar Trump hacia el mercado tecnológico, con una propuesta centrada en una tarifa única y un dispositivo con diseño distintivo. El T1, que costará unos 500 dólares, se fabrica dentro del país y está orientado a destacar tanto por su estética dorada como por su asociación con el mensaje político de Trump.

La tarifa única de Trump Mobile se llama “The 47 Plan” y cuesta 47,7 dólares mensuales. Incluye llamadas, mensajes y datos ilimitados, junto con servicios extra como asistencia en carretera y atención médica remota 24/7. El servicio opera a través de Liberty Mobile, un operador de red virtual que utiliza la infraestructura de T-Mobile, lo que garantiza cobertura nacional sin ser un operador independiente.

Por su parte, el smartphone Trump Mobile T1 tiene un diseño llamativo, con acabados dorados, la bandera de EE.UU., y el lema “Make America Great Again” en su interfaz. Su aspecto recuerda al iPhone, pero con identidad visual propia. Aunque la compañía no ha revelado todos los detalles técnicos de forma clara, se sabe que el dispositivo contará con 12 GB de RAM, 256 GB de almacenamiento interno, batería de 5.000 mAh y una pantalla OLED de 6,78 pulgadas con tasa de refresco de 120 Hz.

En cuanto a su apartado fotográfico, el T1 incluirá una cámara principal de 50 megapíxeles y un sensor macro de 2 megapíxeles. Estará disponible a partir de septiembre y ya se puede reservar. No obstante, aún requiere la aprobación de la FCC para ser comercializado legalmente en EE.UU., aunque se espera que este proceso se agilice debido a la designación de Brendan Carr —nombrado por Trump— como presidente de la entidad.

Este movimiento no solo representa una apuesta empresarial, sino también un esfuerzo por consolidar un ecosistema tecnológico con sello Trump, combinando identidad política, fabricación nacional y oferta de servicios. Resta ver si logrará posicionarse en un mercado competitivo y regulado como el de las telecomunicaciones móviles estadounidenses.

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