WhatsApp está dando un paso histórico al dejar de depender exclusivamente del número de teléfono como identificador. Por primera vez, los usuarios podrán crear y usar un nombre de usuario, una función que lleva años en desarrollo y que ya ha aparecido en versiones beta como la 25.17.10.70 para iOS. Aunque no se ha confirmado su implementación definitiva, todo indica que esta opción estará disponible antes de que termine 2025.

Esta novedad trae consigo varias ventajas. Los usuarios podrán personalizar sus perfiles, facilitar el contacto sin necesidad de recordar o compartir números, y sincronizar su cuenta más fácilmente entre múltiples dispositivos. También eliminará barreras geográficas, permitiendo interactuar con personas de otros países sin preocuparse por prefijos internacionales.
Pero, sobre todo, el gran beneficio es en materia de privacidad. El nombre de usuario permitirá hablar con personas sin compartir el número de teléfono, lo que resulta ideal para interacciones ocasionales o con desconocidos. Así, se protege la identidad y se reducen los riesgos de spam o suplantación.

Eso sí, los nombres de usuario tendrán reglas estrictas: entre 3 y 30 caracteres, sin dominios ni símbolos especiales más allá de letras, números, puntos y guiones bajos. Además, no pueden comenzar con “www” ni contener secuencias como dos puntos seguidos, lo que asegura una estructura coherente y segura.
Este cambio también representa un reto para WhatsApp. Hasta ahora, su simplicidad era clave de su éxito, pero la incorporación de nuevas funciones —como canales, pagos o inteligencia artificial— apunta a una transformación hacia una superapp. En ese camino, la empresa deberá equilibrar la innovación con la facilidad de uso que la hizo popular.
