Desde que Elon Musk compró Twitter a finales de octubre, las cosas para la red social se pusieron algo caóticas por diferentes medidas que comenzó a tomar el dueño de Tesla con la aplicación y con los empleados. Por ejemplo, en poco tiempo decidió cobrar por verificar una cuenta, pero a los pocos días de haber tomado esa decisión, se retractó de la misma.
Además, a esto se suma que el también propietario de SpaceX lanzó ciertas medidas perjudiciales para los trabajadores (como horas de trabajo excesivas) o amenazas de despido si no cumplían con sus deseos. Ante ello, el jueves 17 de noviembre se convirtió en el día más problemático para Twitter desde que Musk se convirtió en dueño de la empresa.
Lo que ocurre es que el CEO de la empresa había dado un ultimatum a los trabajadores de Twitter el miércoles 16, el cual los obligaba a renunciar a su puesto o a continuar trabajando para la compañía, pero bajo condiciones desfavorables. La respuesta a esta “amenaza” debia llegar hasta las 17.00 del jueves 17, y en el caso de desertar, quienes decidan ello recibirían tres meses de indeminización.
Entonces, horas antes del tiempo límite de respuesta, cientos de empleados comenzaron a renunciar de golpe, cosa que preocupó a la empresa y obligó a que cierren las oficinas de Twitter hasta el lunes 21 de noviembre. Cuando el mundo se enteró de esto, comenzaron a correr rumores de que Twitter dejaría de funcionar a partir de las 00.00 del viernes 18 por la falta de empleados y la imposibilidad de quienes se quedarían para resolver los problemas que aquejarían a la plataforma.
Para “alegría” de muchos, Twitter sigue funcionando, pero sí es cierto que varios trabajadores abandonaron la empresa y los despidos continuarán. De hecho, desde que Musk asumió las riendas de la empresa, la mitad de los 7.500 empleados que habían, fueron despedidos. Por el momento, existe una tensa calma en la compañía, pero no se sabe si los planes del CEO funcionen. ¿Será que el fin de Twitter está cerca?
