Alexa es el asistente virtual más popular del mundo y el que tiene mayor compatibilidad con diferentes dispositivos. Esto se debe a que es un servicio que nació hace 8 años y, por ello, se fue desarrollando de mejor forma y ganando adeptos a su ecosistema.
Sin embargo, aunque todo parecería que va bien en la división de Amazon, no todo es como parece, pues hay un lado oscuro detras de esto. Desafortunadamente, desde que Alexa se lanzó al público, nunca logró generar ingresos y cada año registró pérdidas económicas importantes.
Aunque hay muchos motivos a los que se puede atribuir este asunto, el gran problema es el precio que cuestan los parlantes Echo. Esto no es algo que solo afecta a Amazon, sino también a Google, ya que los dispositivos son tan baratos que hasta los regalan en promociones y ello no genera más que déficit.
Por otro lado, si bien el sistema operativo de Alexa fue evolucionando a lo largo del tiempo, todavía no sale de lo básico (con comandos nada fuera de lo común que se limitan a pedir canciones, establecer alarmas o similares). Entonces, se podría hablar de que existe un estancamiento del que parece complicado salir.
Todo esto generó que recientemente Amazon despida a casi 10.000 trabajadores, y que la división más afectada de esta decisión haya sido la de Alexa. Jeff Bezos hizo lo posible para salvar al asistente virtual, pero ahora que no está al mando de Amazon, parece que se tomarán decisiones drásticas con el programa, ya que se estima que este año perderán 10 mil millones de dólares por su poca rentabilidad. ¿Será que el fin de Alexa se acerca?